lunes, 23 de enero de 2012

El día.

Tengo miedo de sentir lo que no me dejaba vivir hace un tiempo.
De perderme a mí y a tí. A mi corazón sano.
Deseo ser una niña a pesar de que todos quieran una mujer, pero de verdad no fui mucho tiempo cabra chica, siempre quise ser grande y lo que me proporcionó el quererlo no fue en parte lo mejor.
Por lo mismo a veces siento que no hay nada más que hacer, todo lo que hacemos es para sobrevivir y no alcanzamos ni siquiera a saber vivirlo. No aprendemos como debemos disfrutarlo o como detenernos para hacerlo, ya que nunca pensamos en eso, siempre queremos más y el ticket de un avión al caribe, el pc más genial y ser más profesionales de lo que somos no nos deja tranquilos nunca. 
Por eso no se me hace tan extraño ver que todos los seres humanos pasan por momentos depresivos en estos tiempos. Entre el sistema y la locura social de internet desaparecemos, nos convertimos en una fotografía para el otro. Ese otro que sí es alguien, pero a pesar de tener miles de amigos sigue queriendo a los 10 más cercanos que están con él y lo llaman. Porque el celular y el teléfono de casa ya son tan valorados como ir a la feria con la mamá. 
Todos necesitan detenerse y tener crisis? de eso ahora se trata el mundo? De dar ese golpe a los seres humanos para que comiencen a apreciarse como no lo han hecho durante siglos y también se quiten los audífonos y piensen que quizás el de al lado solo finge su sonrisa en esa foto de perfil, pero que en realidad por dentro necesita un: "Hola cómo estás"?
Penca, sobre todo cuando se echan a perder a otras personas por querer mantenerte de pie, y sólo creo en las cadenas alimenticias y de bostezos.  

No hay comentarios: